"Aunque muera el verano y tenga prisa el invierno...

...la primavera sabe que la espero en Madrid.

He dejado Pamplona medio blanca y, mientras sonaba en mi ipod "Here comes the sun" -como tantas veces en mi cabeza- Madrid me ha exigido sacar las wayfarer (soy así de esclava de las modas), dejarme de gorras y paraguas, y abrir la personalidad a la vida social de siempre. Comida como las de antes, con su consiguiente ataque de nostalgia, con los de antes -que nunca han dejado de ser- y posterior visita a, valga la red., lo de antes. Aunque la gente había cambiado, el sitio no. Como si ayer mismo hubiera entrado a las 9 de la mañana para dedicar mi tiempo y cabeza diarios a la causa. V., por si quedaba duda. 

Luego a Azcona, con las ya incondicionales, azotadas por alguna circunstancia dura. Y el asunto ha acabado como se terminan las cosas en Madrid: tabernilla casposa, cañas y gambas semi-decentes cocidas a modo de tapa. Mucha gente, cinco de Pamplona, resto también alumni navarrensis, reflejo perfecto de la situación de nuestra generación y de nuestra situación general: un par de recién despedidos, alguna eterna becaria, privilegiados contratados que ni alcanzan el mileurismo, en fin, risas y excesos, veremos cual será el saldo de mis cuerdas vocales. A pesar de una retirada más que decente (12,30), de las de los viernes improvisados en que la gente ha trabajado más que nadie -no es el caso-.

Pd: mi padrino mola.

Pd2: claramente, algo ha pasado en mi plantilla que las fotos se me van de madre! help!