19 marzo 2007

Un 6 de julio...con antelación


Marea roja, miles de personas por la calle, sol, amigos, reencuentros, canciones, risas, emoción, orgullo navarro: ¿es el día del txupinazo? No, estamos en marzo; y, más aún, no hay alcohol de por medio. Cuatro de la tarde y por la Vuelta del Castillo, gente andando con ¿banderas de España? ¿dónde estoy? ¿es esto Pamplona? Pío XII: autobuses de La Ribera, más gente, más banderas, de Navarra, de España. Nervios, acelero el paso, sentimientos y sensación extraños, mucho, ¿cómo hacérselo entender a mi acompañante, que no tiene la suerte de ser navarro? (je), ¿tendrán mis amigas esta misma sensación, con el corazón a mil? Avda. Bayona: encuentro fortuito con varias de ellas y, sí, la tienen, están crecidas. Nunca habíamos visto banderas con rojo y amarillo por Pamplona, o rara vez, y nos habían dolido los ojos un poco.

Empieza la fiesta, con el maestro de ceremonias Txemari, dueño y señor de la zona gracias a su megáfono e ideas. Ya indumentados con todo tipo de banderas de la Comunidad Foral, pegatinas, himnos, manitas (bueno, increíble el éxito de esto último, jajaja. ¿alguien lo usó?), y habiendo dado la nota delante de TVE, comienza la manifestación. Vemos pasar la bandera gigante de Navarra y detrás, con la pancarta, a las autoridades: ¡Yolanda guapa! ¡Miguel guapo! (ah,no! Esto último no). A tres metros –y tres meses después de codearme con Zapatero, Caldera, Borrell y Solana- veo a Rajoy, a Zaplana y a Acebes –sin barbour, lo nunca visto-, de la Espe ni rastro, demasiado bajita. Y, después, nos metemos ya en la marea de gente. Oh sorpresa, estamos al lado de Jaime Mayor Oreja, interesante el numerito de Zuri alzando su móvil para hacerle una foto y gritando como una loca “¡Jaume, Jaume!”. La plana mayor del PP deja de tener interés…¡preferimos el megáfono! Parada para ver si lo recuperamos; sin embargo, él parece preferir a las altas instancias políticas: nos abandona.

Momento entonces de continuar con los reencuentros, parece que toda la gente que ha pasado por mi vida está hoy en Pamplona (evidente que exagero, pero casi). Andar, andar y más andar, música rollo y algunos sucesos con los que, creo, algunas se siguen riendo: véase a la diplomática euskaldún cantando “Navarra es España” con una vieja.





Llegamos al Paseo Sarasate, de fondo el Monumento a los Fueros, y…dicen los viejos que en este país hubo una guerra y hay dos Españas que guardan aún el rencor de viejas deudas (…) gente que sólo desea su pan, su hembra y la fiesta en paaaaz ¡LIBERTAD, LIBERTAD SIN IRA LIBERTAD! Subidón, enorme, profundo, voy a llorar. Me acuerdo de las víctimas, que es lo serio, hay muertos de por medio, eso es lo importante, no lo de las banderitas y la foralidad. Veo a San Gil en la pantalla y me viene a la cabeza en un primer momento todo lo que suelo oir de ella, no piropos exactamente. Acto seguido me acuerdo de aquella mañana al llegar a la redacción en Bruselas cuando ví el video del juicio contra el asesino de Gregorio Ordóñez. Pienso “nos hemos vuelto locos, podemos andar oyendo de alguien que es facha, radical, o no se qué, cuando se han cargado en sus narices y con un tiro a un amigo y compañero suyo?? Ya puede ser lo que le pete”. Me viene a la cabeza a su vez el partido del miércoles, cuando la policía cargó contra los escoceses, a los que les va más el whisky que el fútbol, y el graderío sur cantaba: “PoliZía asesina”. Asesino tu amigo, desgraciado. Llega el discurso de Sanz y avanzamos un poco más hacia la estatua; mientras, trato de contarle a Xavi lo de “la gamazada” pero, si ya en selectividad anduve justa, a día de hoy sólo recuerdo que “érase una vez un ministro llamado Gamazo que fue a enfrentarse –entiéndase por enfrentarse ir a hablar, sin pistolas y eso, que ahora hay que aclarar- al gobierno central por algo de impuestos la la la la la la la y muchisima gente de Pamplona salió a la calle”.
Después de otros tantos episodios para partirse -"dos cosas grandes tiene España: Yolanda y la de Madrid"-, de visualizar a mi futura sobrina por ahí manifestándose y bailando, y de volver a separarnos de Sus y Nano, llega el himno que, por lo que veo, no se lo sabe ni Perry, pero no pasa nada, porque han repartido "chuleticas". Se acaba la manifestación, nos quedamos una hora en el Paseo Sarasate mientras baja la emoción, más encuentros: Guada, Marta...Propuestas interesantes de Anavi: buahhh, por qué no hay esto todos los fines de semana???. La mía es algo más sencilla: esto parece San Fermín, vámonos de cañas, venga!. Todo lleno. Pero nos fuimos, vaya si nos fuimos. Con banderas, pegatinas y el corazón más rojo que nunca. Para terminar la jornada y corroborar aquello de que no somos tan hermanos -vecinos y amigos, todo lo que queráis-, un 0-3 al Athletic de Bilbao en la Catedral. Como diría Pato: DIXIT.