18 octubre 2006

Pon una bici en tu vida


Es una lástima enorme aquello de no tener conexión a Internet en casa, he perdido grandes oportunidades de contar sucesos y reflexiones interesantes vía-blog; pero bueno, la vida te regala momentos como éste, en la oficina, habiendo cerrado la edición milagrosamente a las 18.00 y no a las 20.00, y con unos pocos minutos para contar cómo van por aquí las cosas.

Efectivamente, desde que volví de España las cosas han cambiado mucho, muchísimo y, con ellas, mi estado de ánimo. Aunque aquí no hay una semana similar a la anterior, en líneas generales puede decirse que desde agosto estoy feliz. Despidos en directos, la entrada de un hacker en nuestro servidor que nos tumbó el periódico durante dos semanas -qué grandes merendolas en Aquí Europa con la ausencia del jefe-, un sospechoso esguince, nacimiento del amor ("nunca pensé que el amor podría surgir en un ambiente tan hostil" Eli dixit)... El punto de inflexión lo situaría en aquellos fines de semana en que aprendimos que había algo más que trasnochar en el Corbeau y que existía una estupenda jornada de domingo con desayuno en 'le pain quotidien', mercado de las pulgas -incluso frutas en Midi- y Sablón.
Y, por supuesto, la adquisición de la bicicleta que, Paula estará de acuerdo conmigo, nos ha llenado. PON UNA BICI EN TU VIDA. Ah! y la casa nueva que, aunque no tiene Internet, presenta grandes ventajas, la principal: la cercanía del trabajo y de los compañeros de la ofi. Entrada triunfal de los italianos en nuestra vida -que, al igual que Josep, Eli y Guille, pronto nos abandonarán y volveremos a quedarnos cuelguis hasta diciembre-. Buff... 10 horas al día escribiendo y no estoy siendo capaz de escribir un discurso coherente?? Mal vamos. Será que no me apetece mucho. Así que esto es todo por hoy, prometo más historias en cuanto pueda.

10 octubre 2006

02 octubre 2006

AVISO A LOS NAVEGANTES

A peticion del publico me siento obligada a dar explicaciones de por que no escribo nunca. Antes de nada voy a excusar el que una periodista de mi nivel (jeje) no ponga acentos: estoy en un cyber cafe moro y el teclado es un lio y creo que no los hay. Y aki la razon de mi poca productividad: desde que me he mudado de casa no tengo Internet. Lo se, es terrible, pero c'est la vie. En el trabajo me es imposible escribir entradas en el blog; de entrada porque no tengo tiempo y, en el caso de tenerlo, no es el ambiente mas agradable para hacerlo. Por lo demas, todo muy bien por aqui. Esta ciudad cada vez me gusta mas y desde que me he comprado la bici (momento Natascha) "me he venido arriba", como diria la directora adjunta de AE. Esto es todo, tengo que dejar internet porque ya es tarde, y una servidora tiene que cocinar para hoy y para manyana. Ah, si alguna vez internet vuelve a mi ser, prometo documentos graficos de la bici holandesa.