Confieso que me lancé a ver este video inicialmente por el factor cool-Guardiola
-qué-creativo-soy-que-pongo-Viva-la- vida: se lo puso a sus jugadores antes del partido contra el Málaga. Al segundo, y sin ser yo una persona que enganche fácil con documentales de alpinismo, la historia ya me tenía cautivada y no he podido dejar de verla del tirón, con los consiguientes pelos de punta y/o lágrimas puntuales. Siempre he oído hablar de Ochoa de Olza, siempre presente en Diaro de Navarra cual Oso Camille y, sin embargo, siempre pasando desapercibido para mí, salvo porque en su día su hermano mayor fue mi monitor en un campamento. Por tanto había desaprovechado sus lecciones 'no-lecciones', su forma de ser y todo lo que ha dejado sembrado que, gracias a este video, he podido captar a la perfección.
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