09 enero 2006

EL 2005 A EXAMEN

(Tenía esto sin publicar desde hace tiempo)
No importa que dentro de diez minutos tenga que salir para la facultad. Llevo dos meses enteros sin escribir ninguna entrada y, o rompo ya con esta sequía, o el blog morirá. Para evitarlo, y sin tiempo para pensar en algo original, voy a coger la idea de Pablo (Matusa) y así hacer algo de balance -superficial, por supuesto- del año que ha terminado.
El año comenzó en unas circunstancias familiares un tanto excepcionales y dramáticas que impidieron terminar el semestre con decencia y profesionalidad. Saldo: un par de suspensos, que al final quedaron en un simple trabajo de recuperación en septiembre aprobado con éxito.
El segundo semestre desde el punto de vista profesional fue de los más interesantes que he pasado. Con unas asignaturas que me han enseñado bastante sobre el mundo en el que quiero moverme y unas histeria absoluta a la caza de contactos, prácticas e historias que, sin embargo, no impidieron que pasara todas las materias en junio -qué grandes veladas en el club de estudio casa-ensesa-frago-. Y entremedias, una deprimente estancia en Pamplona en Semana Santa. Un rodaje de una escena de serie en el que disfrutamos bastante -¡cámara2 que se chape la boca y abra más el plano!-, y un mapa claro sobre los grandes grupos de comunicación que operan en el mundo y en nuestro país y, lo que es más importante, cuáles son los tentáculos que los mueven. Entre medias, la muerte de un Papa fuera de serie y la oportunidad de vivir un cónclave, cosa que me ha encantado. Pagaría por estar dentro de una acto así. Después el consiguiente HABEMUS PAPAM, también nuevo en mi vida.
El verano comenzó con la incertidumbre de mis prácticas, pero después salió todo bastante bien. Pude estar en Bilbao -amplié amistades-, viví una jornada de Txupinazo bastante peculiar, una semana de vacaciones con mi familia en Huelva y... ¡¡TVE!!. La de la tele fue una gran experiencia que me aportó mucho, sobretodo, en lo personal. Y entretanto, viajecitos a Madrid a visitar a mis amores de todo tipo y condición y a disfrutar de una de las cosas que más me apasionan: los musicales. Y Colonia, sobre la que no voy a decir nada más ya que os saturé con las dos entradas en su día.
El comienzo de curso, precedido por un interesante viaje-mochila-relámpago a Italia, en seguida nos introdujo en el mundo del cortometraje, toda una experiencia. Una visita fugaz a Sus, unas navidades bastante más normales que las anteriores y con el optimismo de que el año que viene habrá tres miembros más de la saga Elía -si Dios quiere, como siempre-.
Bueno o malo, duro o fácil, triste o alegre, no lo cambio por nada. He vivido lo que tocaba y he aprendido algo más de la vida.