
A peticion de mi pùblico del departamento de Administracion (os mereceis una mayùscula y mucho màs), he decidido escribir una entrada sobre el eau d'arts-loi, que, por voluntad de Marta, debe comenzar con "todos los lunes y miércoles...". Yo me atreveria a empezar de un modo màs sugerente si cabe: lunes y miércoles... cuatro mujeres...un destino...un ùnico camino...ARTS-LOI.
Un dia cualquiera de los que acabo de citar, cuando las agujas del reloj se acercan a las 6, aparecen sigilosas en la redaccion las "otros elementos" con la pregunta de rigor: "Miren, nosotras nos vamos ya a Francés, tu qué haces, te queda mucho?". Pues si, queridas amigas, recordad que, admàas de corti, lenta y con mucho trabajo. No obstante, alguno de esos idilicos dias en que he podido llegar a clase menos de una hora tarde y con las chicas, fue cuando empezo a fraguarse nuestro rechazo hacia la estacion de metro Arts-loi (Kunts-wet en neerlandés), que hoy merece ser resenada.
El trayecto comienza con discusiones de conciencia sobre si "tikar" o no el billete de metro. Por supuesto, algunas -he aqui mi ejemplo-, ni medio problema en ne composter pas el billete de las narcies. La Baron siempre dando ejemplo, y Marta y Ana dubitativas. Hora punta, la estacion de Schuman rebosante de ejecutivos entrajetados -nada que ver con el publico que nos espera unos minutos mas tarde-, y, conforme pasamos malbek y llegamos a Arts-loi, la frase de marta: odio hacer transbordos. Pues bien, abandonamos el vagon y nos topamos de frente con la realidad que da titulo a este texto: el olor caracterisitico y agradabilisimo de Arts-loi. Esquivando a "las gentes" alcanzamos por fin la escalera con la flecha de direccion Simonis, y es entonces cuando, al escuchar que el metro esta llegando, la Baron advierte de que ella no va a correr. Pues yo si!!!! Y todas empezamos a subir entre la masa y luego a correr por todo el anden porque el metro de las narices no puede parar donde estamos el comun de los mortales, no, siempre tiene que hacerlo mil metros mas alla. Entonces tiene lugar la odisea "consigue entrar en algun vagon", y es cuando a mi me viene a la cabeza el oportunismo de ese oficio japones que consiste en estar en las puertas de los vagones empujando para que quepa todo el mundo?
Llegamos por fin a frances, nos despedimos de la mary hasta el cigarrico del descanso, y hacemos la entrada triunfal de las espanolas en clase. Bonjour, desoléés. Adam -hablo guay frances-, Raquel -regalanos unos levis-, Luisa -no tardas nada en contar tus historias-, Maribel -te recordare que en navarra no hay mar-, el checo amigo de marta cuyo nombre he olvidado, Dagmar -solo sonrio- y... con todos ustedes... la inigualable, inconfundible, indescriptible PETETRRRRRE!!!!!!
Momentos memorables como la intervencion estelar de Ana, que "est douéé pour le cinema", Marti, que se hizo intima de una polaca barbie supertodada (Christine: Marta, ça va?), y la Miren, con su màaxima "lenteils, si vous voulez vous les mangez et si non... NON".
Por lo relatado, por los cigarrons con la teacher que yq me tiene melotq, por los encuentros con la baron y con nacho en el descanso, por la pita que ha caido alguna vez apres le cours en Saint Boniface,, por aquella cerveza a la salida en Place Luxembourg, y por mucho mas, nos merece la pena pasar por el odeur de Arts-loi. Los lunes y miercoles, TODOS.