
Cuando te levantas un día más en el corazón de la Unión Europea, con una autonomía tal que ni tienes a quien dar los buenos días, desayunas unos corn flakes porque es lo único que hay para comer, te duchas en un baño con ventanas que dan a todos lados y que te convierten en alguien algo nudista, vas a tu extraño armario y de pronto caes en que, sí, es 6 de julio, mueres. Es cuando vuelves a recordar que ese día no debería existir para los navarros que no pueden vivirlo in situ, que no puede darse una jornada de txupinazo a tantos kilómetros de distancia y en un lugar en que todo transcurre al margen de las fiestas de nuestro patrón. Que decides vestirte de blanco y rojo y nadie se percata del significado de tus vestimentas, y tienes que ser tú la que cuentas en el trabajo forzadamente que hoy, 6 de julio, empiezan los sanfermines. Con la consiguiente pregunta, por supuesto, de "¿pero San Fermín no es el día 7?". Y nadie termina de entender lo que signfica ese día para ti y se limitan a pensar que te da pena perderte tantos días de farra. Entonces es cuando, entre noticia y noticia, disimuladamente buscas en internet algún lugar en que poder ver la retransmisión en directo y encuentras una cutre webcam de la Plaza del Castillo que cambia de fotograma cada 60 segundos. Sin embargo, hay algún currela de márketing que, sin entender del todo tu pesar por perderte aquello, a las 12:01 entra en la redacción y te dice "pamplonica, ven corre que he encontrado un apaño". Consigues ver en youtube el directo de cnn news de la Plaza del Ayuntamiento y, gracias a Dios, no llegas a tiempo para oir al político de turno intentando suprimir a San Fermín, y sigues pensando que ha acontecido lo de siempre, y que el grito de guerra que te pone la piel de gallina e incluso te empaña la mirada ha sido el de "PAMPLONESES, PAMPLONESAS, ¡VIVA SAN FERMÍN! ¡GORA SAN FERMÍN!"